Click aquí para ir a las entradas sobre COMIDA
Existe gente que vive la vida con una consciencia, para mi gusto, sobre estimulada acerca de como deben alimentar sus cuerpos. En su lógica todo debe ser natural, orgánico, sin pesticidas, ni genética involucrada. Todo debe ser vegetal,pues no existe ninguna justificación para que un animal deba morir, para que ellos puedan sobrevivir.
Existe gente que vive la vida con una consciencia, para mi gusto, sobre estimulada acerca de como deben alimentar sus cuerpos. En su lógica todo debe ser natural, orgánico, sin pesticidas, ni genética involucrada. Todo debe ser vegetal,pues no existe ninguna justificación para que un animal deba morir, para que ellos puedan sobrevivir.
En un estado de conciencia optimo tomando plena responsabilidad de como cada paso que damos en este mundo tiene un impacto directo sobre de el y cada uno de nuestros actos tienen una consecuencia directa sobre el resto de los seres vivos, estaría de acuerdo que así deberíamos de ver nuestra supervivencia, en términos de poder sobrevivir tratando de reducir al máximo nuestra mala influencia sobre el resto de los seres vivos de este planeta. Lo malo es que al final pase lo que pase, alguien deberá dar su vida por mi supervivencia ya sea una vaca o un brocoli.
Sin embargo yo no he logrado ese estado maximizado de responsabilidad, ya que vivo inmerso en un medio cultural determinado, tengo innumerables problemas emocionales y mentales que evitan que pueda tomar las mejores decisiones posibles en cuanto al impacto que mi vida tiene sobre otros seres vivos.
Mi vida de entrada requiere de electricidad. Y la electricidad genera calor. Y el calor calentamiento global. Y el calentamiento global hará que desaparezcan los Osos polares.
Tendríamos que replantearnos todo nuestro estilo actual de vida para evitar el mayor daño posible a los demás seres vivos. A lo mejor tendríamos que regresar a vivir en tipis a recolectar frutos y a vivir en pleno contacto con las fuerzas de la naturaleza abandonando las ciudades y su destructiva influencia.
Esa decisión radical es altamente improbable que la tome mientras este vivo, por lo cual lo único a lo que puedo comprometerme es a tratar de poco a poco ir modificando de manera lenta pero constante los vicios y hábitos que pudiera considerar mas nocivos.
Por el momento no me encuentro en ninguna posición que me permita abandonar mi actual vinculo emocional con la comida.
La comida para mi no solo es alimento, es una forma de comunicarme con otras personas, es una manera de socializar, de amar a mi pareja y a la gente que aprecio.
La comida es muchas veces un refugio emocional, que usado, con cuidado y con medida me resulta muy benéfico.
La comida me permite vincularme culturalmente con la gente de mi país y me permite disfrutarlo de una forma especial que sin la comida sería verdaderamente imposible.
Si yo fuera orgánico, vegetariano, kosher, new age muchas de estas cosas serían muy difícil de hacer sino es que imposibles.
Por ejemplo, la Coca Cola tiene muy pocas ventajas nutricionales. Ni siquiera quita la sed. Está llena de azúcar y sodio. Sin embargo su estímulo psicológico es abrumador e innegable.
No hay nada mejor que destapar una Coca helada en un medio día caluroso a la sombra de una palma. El primer trago es glorioso.
Ignoro ese trago de Coca que implicaciones tenga sobre mi salud o que impacto tenga sobre el ecosistema. ¿Acaso tendremos que tener tanto cuidado con nuestras acciones al vivir?. De hecho, a mi me suena un poco como dejar de vivir.
Yo no tengo mas remedio que rendirme ante el influjo arrollador que tiene sobre mi la comida tal y como ha evolucionado hasta nuestros días.
Hemos aprendido a la mala, que lo dañino no es tomar una Coca un día de mucho calor sino hacerlo diario tres veces al día.
Lo malo no es comer un pollo rostizado sino la comercialización desmedida de estas aves que son torturadas y masacradas sin ningún control ni la mas mínima intención de matarlas lo mas compasivamente que se pudiera.
Como siempre lo realmente dañino es el abuso.
Si dejáramos de abusar no serian tan nocivas las consecuencias de nuestras acciones.
Por el momento no tengo mas remedio que compartir mis placeres alimentarios con quien me lea y esperar que alguien se anime a compartir los suyos.
Si yo fuera orgánico, vegetariano, kosher, new age muchas de estas cosas serían muy difícil de hacer sino es que imposibles.
Por ejemplo, la Coca Cola tiene muy pocas ventajas nutricionales. Ni siquiera quita la sed. Está llena de azúcar y sodio. Sin embargo su estímulo psicológico es abrumador e innegable.
No hay nada mejor que destapar una Coca helada en un medio día caluroso a la sombra de una palma. El primer trago es glorioso.
Ignoro ese trago de Coca que implicaciones tenga sobre mi salud o que impacto tenga sobre el ecosistema. ¿Acaso tendremos que tener tanto cuidado con nuestras acciones al vivir?. De hecho, a mi me suena un poco como dejar de vivir.
Yo no tengo mas remedio que rendirme ante el influjo arrollador que tiene sobre mi la comida tal y como ha evolucionado hasta nuestros días.
Hemos aprendido a la mala, que lo dañino no es tomar una Coca un día de mucho calor sino hacerlo diario tres veces al día.
Lo malo no es comer un pollo rostizado sino la comercialización desmedida de estas aves que son torturadas y masacradas sin ningún control ni la mas mínima intención de matarlas lo mas compasivamente que se pudiera.
Como siempre lo realmente dañino es el abuso.
Si dejáramos de abusar no serian tan nocivas las consecuencias de nuestras acciones.
Por el momento no tengo mas remedio que compartir mis placeres alimentarios con quien me lea y esperar que alguien se anime a compartir los suyos.
¡Fans de la comida! ¡Os convoco!
No hay comentarios:
Publicar un comentario