Hugh Laurie y la Copper Bottom Band

Hugh Laurie es un super-fan. Esa es la conclusión que saqué la noche de ayer cuando junto con mi esposa (fan de Lauire principalmente por su papel del sarcastico y genial Dr. House) tuvimos la gran fortuna de estar presentes y disfrutar en grande del concierto que dio Lauire y la Copper Bottom Band en el Auditorio Nacional en la Ciudad de México.

Hugh Lauire y la Bottom Copper Band en el Auditorio Nacional

A Laurie lo defino  como un super- fan porque ha tenido la pasión y la dedicación para transformar su amor por la música sureña de los Estados Unidos, de una profunda afición a su actividad profesional principal.

Muchos de nosotros tenemos aficiones que nos apasionan mucho y que nos gustaría poder vivir de ellas.

Esto justamente es lo que ha logrado este actor inglés.

Yo soy de la idea de "zapatero a su zapato" por lo cual no confío mucho en los actores que de repente ya son músicos, sin embargo en este caso me ha quedado muy claro que una pasión genuina y humilde puede en realidad convertirse en una actividad creativa muy valiosa que a su vez ha permitido que cierto tipo de música, salga de los archivos y sea tocada para el disfrute de todo mundo que tenga el interés de escucharla.

A Lauire le gusta hablar mucho con el público y en una de sus intervenciones habladas nos agradeció el haber tenido fe en él porque se considera a si mismo tan solo como un actor y dijo que no tenía la mas remota idea de como iba a salir el concierto.

Lo cierto es que si tiene idea, según yo, él está muy consciente de sus limitaciones musicales por lo cual nunca pretende ser el centro de atención del espectáculo sino que sus dos vocalistas y sus músicos toman el escenario como si ellos fueran los principales.

En este sentido, es una delicia ver como Lauire disfruta la interpretación de su banda como si él fuera un espectador mas, aunque nunca deja de tocar el piano (eso si muy bien) además de que realmente es muy fácil disfrutar de la ejecución de esta banda que es absolutamente brillante.
El concierto comenzó con una pieza del grupo noverntero Salt n' Pepa "Whatta man" solo a manera de introducción para presentarse él y a la banda.
Luego ya se siguió con una canción muy famosa utilizada mucho en cine y televisión el "Iko Iko".
Hey now
Hey now
Iko iko an nay
Jockomo feena ah na nay
Jockomo feena nay
Para la siguiente canción el público participó activamente cantando el coro de "Let the good times roll".

Hay varias canciones que se llaman igual pero la que tocaron fue un arreglo del blues de 1949 compuesto por el saxofonista Louis Jordan.

Laurie felicitó al publico por su entusiasmo al cantar este coro y nos dijo de forma muy graciosa que la diferencia era enorme entre el publico mexicano y el moscovita al cual no logró motivar a que no tan solo murmurarán tímidamente el coro.

Luego ya vino la participación mas activa de sus vocalistas con "What kind of man are you" de Ray Charles.

Las vocalistas son una delicia en toda la extensión de la palabra.

Gaby Moreno es una canta-autora Guatemalteca con una voz de éxtasis.

Su interpretación de la canción "Weed smoker's dream" es electrizante. Esta canción estoy casi seguro que es la misma que canta Jessica Rabbit en "Quien engañó a Roger Rabbitt" pero no estoy tan seguro pues aunque la música es idéntica la letra es diferente

Hugh Lauire al piano junto con Gaby Moreno y Jean McClain.

La otra vocalista luce como todas las vocalistas de color deben lucir. Jean Mc Clain es en palabras de Lauire la heredera innata de Bessie Smith y canta de manera sublime "Send me to the electric chair".

El otro gran atractivo para mi fue la trombonista Elizabeth Lea. Que gran manera de tocar.

Hugh Laurie es un super-fan porque su amor por el jazz y el blues lo ha llevado a rescatar del olvido piezas antiguas que solo los conocedores mas profundos de la música conocen y las ha vuelto a subir al esenario para que las podamos disfrutar en vivo y formen parte de nuestra cultura actual.
En este sentido es meticuloso en su selección de piezas y ha encontrado situaciones interesantes en la historia de ciertas canciones como en el caso del tango argentino El Choclo, el cual, descubrió que fue interpretado en inglés por Louis Armstrong. En un ejercicio muy interesante, casi académico, Lauire interpreta este tango simultáneamente en ingles y en español con ayuda de Moreno.
Moreno y Mc Clain nos volivieron a estremecer con su interpretación del gospel "My journey to the sky" que seguramente Lauire conoció o que a lo mejor propuso para un capítulo de House.  

No me cabe la menor duda de que el mestizaje cultural siempre ha producido cosas tanto maravillosas como horrendas y en este caso en los Estados Unidos el mestizaje musical de finales del siglo XIX principios del XX fue sorprendentemente excepcional y deslumbrante.

Como fan del Jazz para mi fue una maravillosa experiencia poder escuchar en vivo Lazy River de 1930, pieza que casi estoy seguro es en la que se basó Ernesto Acher de Les Luthiers para escribir su Lazy Daisy.

También fue estremecedor escuchar en vivo St.James Infirmary que hasta el momento solo había podido escuchar interpretada  por Louis Armstrong a través del bendito Youtube.

Hugh Laurie supo ganarse al publico del Audiotiro no solo por sus impecables arreglos e interpretaciones sino también por habernos hablado en español, habernos deseado suerte en el Mundial de futbol y por haberse enfundado en un jersey de la selección mexicana para hacer el Encore y dar las gracias.

Lauire con su jersey del Tri.

 Un detalle que supongo solo se podría repetir en Guadalajara, es que debido a su cumpleaños el Auditorio Nacional se unió en una sola voz para cantarle las Mañanitas en un gesto que lo conmovió y lo agradeció diciendo que nunca había recibido un regalo de cumpleaños como ese.

En fin, yo sentí que todo el Auditorio realmente disfrutó este concierto en grande y de lo que si estoy seguro es de que tanto mi esposa como yo ya somos fans del proyecto musical de este simpatiquísimo actor/jazzman y de su maravillosa banda. 

Siempre será fabuloso poder ver a un fan llevar su afición a lo mas alto posible volviéndola algo valioso y trascendente. 

Hugh Laurie no tiene voz para cantar jazz pero su pasión por esta música y su excepcional habilidad frente al piano compensa con creces cualquier falta que pudiera tener y su show acaba siendo una experiencia memorable de un valor incalculable.

  Las fotos no son mías. Créditos para quienes sacaron estas fotos que me encontré en Internet.