martes, 12 de febrero de 2013

LA CUBETA PALOMERA RESEÑA: El Padrino (1972)

En mi relación con el cine gringo he tenido que enfrentar dos grandes decepciones.
Primero el haber visto a mi gran inspiración e impulso creativo, George Lucas, desplomarse del pedestal en que lo había subido envuelto en llamas, gracias a la falta de valentía, creatividad, compromiso y talento que desplegó con sus precuelas estargureanas. Ese ha sido un golpe en mi vida como fan del que no me he podido recuperar.
El segundo fue viendo la versión comentada de Drácula de 1992 explicada por su director Francis Ford Coppolla.
En sus comentarios Coppolla habla de una manera tan poco favorecedora del cine y de su razón de existir que me pareció muy poco congruente proviniendo de un hombre que le ha dedicado tanto tiempo y que toda su fortuna ha provenido de hacer cine.
Coppolla da a entender que todo el esfuerzo invertido en la realización de una película es excesivo para tan solo contar una historia y que por lo tanto no vale la pena.
Para alguien como yo que ha encontrado en el cine un espacio para exponerme a sentimientos y emociones que difícilmente en la vida real alguna vez enfrentaré y que me han servido en demasía para enfrentar mi propia vida, me pareció que sus comentarios con respecto al cine fueron sumamente decepcionantes.
Aun así ellos dos han sido personalidades que me han marcado de muchas formas tal y como los filósofos o dramaturgos de otras épocas seguramente marcaron a otras generaciones.
A Lucas lo he perdonado gracias a que filmó Star Wars obviamente, la cual me sigue pareciendo una película mágica, casi imposible de entender como fue concebida y armada.
A Coppolla le perdono su insensibilidad y falta de reflexión por la existencia de "El Padrino".
Don Vitto y sus muchachos.
¡Es malditamente perfecta!
Cada actuación, cada dialogo, la música, los efectos especiales teatralmente falsos, el vestuario la fotografía, no hay un solo error en esta película. Verdaderamente creo que es el punto mas alto al que se puede acceder  en cuanto a cine se refiere.
Para variar, mi encuentro con la familia Corleone no pudo ser por el principio, fue el Padrino parte 3 la primer película que vi. Por supuesto que yo no entendía nada. Sin embargo aun esta entrega que oficialmente es la peor de las tres y que en si es una mala película a mi me pareció muy elegante e interesante.
Para mi fue interesante ver a Michael Corleone como un hombre viejo y enfermo, atormentado por la culpa porque me hizo preguntarme que pudo haber hecho para llegar a esta condición. Que le pudo haber hecho a  su esposa para que le tenga tanto miedo y aversión. 
Cuando asesinan a Mary Corleone al final de la película me pareció que estaba sucediendo una especie de justicia divina o castigo del destino, pero aun yo ignoraba porque lo podría haber merecido.

Michael Corleone y su destino final.

Que revelación fue ver El Padrino. Fue como si el mismo Miguele Corleone me estuviera contando la historia de su vida y todo gracias que que me toco ver la tres primero.
Fue como si me hubiera contado: Mira, yo no quería, de hecho mi papá tenía un plan totalmente alejado de sus negocios para mi, sin embargo la vida y la familia me obligaron sin mas opción a adentrarme en el juego de la mafia.
No podía darle la espalda a mi familia. La familia lo es todo.
Pobre Michael aprendió a la mala que la familia no lo es todo, incluso el mismo en algún momento lo dice aunque ahora sabemos que solo de dientes pa' afuera "Yo no soy mi familia Kay".
¿Pudo haber Michael tomado otra decisión? Seguro que si, pero entonces no hubiera habido Padrino 2 que es igualmente perfecta y maravillosa.
Esa fue la lección que me dejó está prodigiosa película: Cuestiónalo todo incluso a tu familia. Si no lo haces corres el riesgo de acabar en un restaurante italiano en medio del Bronx buscando un revolver detrás del retrete para asesinar a un par de personas. Es de hecho esta escena la que hizo que me sudaran las manos y un escalofrío me recorriera la espalda y por lo tanto acabara adorando esta película. El momento en que Michael está por salir del baño con el arma es el momento en el que decide convertirse en asesino, es ese momento donde ya no puede rajarse y no hacerlo, se detiene frente a la puerta del baño toma un respiro hondo se pasa las manos sobre el cabello y decide hacerlo.Que tensión sentí en ese momento, que soledad, saber que no hay nadie para consolarte para disuadirte de hacerlo, ahí estaba Michael, un revolver y su conciencia, y ahí decide continuar.
Y digo que fue en este momento cuando lo decide porque cuando regresa a la mesa el ya no escucha nada ni está dejando que nada lo distraiga de la decisión que ya tomó, todo lo que falta es jalar el gatillo un par de veces y quedará hecho. Un dominio total del lenguaje cinematográfico y un diseño de sonido soberbio hacen que aumente la tensión en el espectador y permiten que experimentemos una probada de la confusión y la adrenalina que puede llegar a experimentar alguien esta a punto de asesinar a otra persona.

Michael forjando el comienzo de su destino final.

Hoy voy a ir a cine con mi esposa a ver en la oscuridad de una sala de cine y en pantalla grande El Padrino para celebrar su 40 aniversario. De la película no de mi esposa. 
En 1997 tuve el agrado de ir a Cinemex Casa de arte en Polanco con mi amigo Mau a verla por primera vez en la pantalla de un cine con sonido remasterizado en lo que fue su 25 aniversario. De la película no de Mau.
Hoy espero que los inútiles de Cinepolis no nos la echen a perder y podamos disfrutar de la tensión, la adrenalina y la angustia que los Corleone con toda su elegancia y cadencia tienen reservados para nosotros.
Así pues aunque Coppolla crea que no ha valido la pena dedicarle tanto tiempo a hacer sus películas, yo  difiero y hoy le voy a dedicar un par de horas una vez mas a "El Padrino." 
El Don.